miércoles, 29 de octubre de 2014

Mirando a la nada, pensando en todo.

¿A quién no le ha pasado? ¿Quién no ha estado alguna vez en algun lugar alto? Que tal así como... ¿Un acantilado?, sí podría servir. Cierra los ojos y sitúate en ese lugar, ahora; extiende tus brazos y deja que el aire recorra tu cuerpo, deja a tu pelo, pero sobre todo, a tu mente volar.
Y ahí es donde recordamos esta frase: Mirando a la nada, pensando en todo.
Un momento de debilidad, un momento para quitarnos todas las preocupaciones y sentirnos libres, la imaginación es lo mejor que tenemos, así que, cuando te sientas encerrado y muy preocupado, piensa en este blog que leístes por casualidad, un blog, que, a lo tonto, te dió la clave para salir de tus problemas, entonces, recordarás aquel acantilado.

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